La medicina bucal es la parte de la odontología que se encarga del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades primarias (cuyo origen es la boca) o secundarias (enfermedades generales que repercuten en la boca), que afectan a estructuras de la cavidad bucal o a estructuras adyacentes.

Mediante una buena higiene oral, como cepillado de dientes al menos dos veces al día y el uso de hilo dental. También se recomienda evitar alimentos azucarados y bebidas carbonatadas, y limitar el consumo de alcohol y tabaco.

Los síntomas comunes de una infección por hongos en la boca incluyen manchas blancas en la lengua, las encías, las mejillas o el paladar, dolor y molestias en la boca, ardor, picazón y mal aliento. En casos más graves, la infección por hongos puede causar erosiones eritematosas que dificultan la deglución y el habla.

Los factores de riesgo para el cáncer bucal incluyen el consumo de tabaco y alcohol, la exposición excesiva al sol, la exposición a químicos tóxicos, infecciones virales, una dieta pobre en nutrientes y vitaminas, la presencia de lesiones premalignas, y antecedentes familiares de cáncer bucal. Es importante asistir regularmente a chequeos dentales para detectar lesiones premalignas o malignas en etapas tempranas.

Las opciones de tratamiento para las úlceras bucales dependen de la causa subyacente. Si la úlcera es causada por una infección viral o bacteriana, se pueden recetar medicamentos antivirales o antibióticos para tratarla. Si la causa es un traumatismo o una alergia, se pueden utilizar enjuagues bucales o cremas tópicas para aliviar el dolor y la inflamación. Además, existen medicamentos y geles anestésicos que se pueden aplicar directamente en la úlcera para reducir el dolor y acelerar la curación.